hay que coger un ferry, esperamos unos rato, viene el barco, nos montamos y subimos a la parte de arriba para ver las vistas,
en ese momento se acerca una pareja de motoristas, son los españoles que habíamos adelantado a primera hora de la mañana, hablamos un rato y se dirigen hacia Fauske, ya que tienen el Camping reservado, nosotros vamos a la aventura, nos despedimos y al salir nosotros de los primeros del ferry, no tenemos cola, ellos que salen por detrás la pillan toda.
Llegamos a Fauske, sobre las 17:00 horas, tenemos la borrasca por encima, buscamos un camping, dirección Bodo, ya que es el destino de mañana, nada mas llegar al camping, empieza a llover, pedimos si tienen cabañas libres, nos dicen que si, pero sin baño, así como esta el día, aceptamos.
Descargamos los trastos de la moto en la cabaña, nos cambiamos, salimos a dar una vuelta por el camping, tomamos un café en la cafetería, al rato, escucho una moto que llega, me asomo y aparece la pareja española, les saludo, hablamos un rato y quedamos para luego.
Después de cenar en el camping, coincidimos con la pareja de españoles, estamos hablando durante un rato, son de Madrid, coincide parte de la ruta con la nuestra, hablamos de la subida hacia cabo norte, ahí nos enteramos que estuvimos en el mismo hotel en Rovaniemi, en el mismo día, yo les vi en la puerta y ellos vieron mi moto, les paso lo mismo que a mi, no vieron la matricula, así que no sabían de donde éramos, llegaron a cabo norte el domingo, seguro que nos cruzamos por la isla, pero es que había tantas motos circulando por ahí, estuvieron en la bola, con toda la niebla, igual que nosotros, hay era muy difícil vernos… de todas maneras nosotros nos fuimos pronto esa tarde, me comentaron que a partir de las 22:00 despejo la niebla y pudieron disfrutar del sol de media noche.
También preguntaron por si habíamos ido a ICE BAR, les dije que era nuestra intención, pero que para dar dinero a un desagradecido y antipático personaje, que me lo quedaba yo, entonces saltaron enseguida, que les paso lo mismo, que al intentar entrar al bar, se encuentran con semejante energúmeno, que después de recibir su “amabilidad” se van por la puerta por donde han entrado.
Se nos olvida darnos algún teléfono o correo electrónico, nos les volvemos a ver, les mandamos un saludo si leen esta crónica.
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