Isla Skay

Esta vez no hay que desayunar muy pronto, no tenemos nada de prisa, es una jornada de disfrute y descanso, así que a las 9 h empezamos a desayunar, 

un desayuno muy abundante y típico,

sobre las 10 h estamos montados en las motos, el día no se avecina bueno, está todo muy nublado y hace bastante frio.

Salimos en dirección norte de la isla, 

la carretera es la ostia, muy pequeña, cabe solo un vehículo, cada pocos metros hay un ensanche para parar en caso de encontrar a un coche de frente, 

las ovejas, que son como vacas de grandes, están sueltas, tumbadas al borde de la calzada, a la izquierda vamos viendo las piedras que el llaman el Indio.

 Ya que no veiamos al Indio... vamos a hacer el Indio...

Al cabo de un rato, llegamos a unos acantilados espectaculares, véanlo ustedes mismos.

 

Nada más salir de los acantilados, nos encontramos con los toros escoceses, valla bichos!.

Al llegar a Brogaig, tras la recomendación del dueño del B&B, nos desviamos hacia la izquierda, hacia Uig, y la verdad es que la carretera es una gozada, al llegar a la cima del puerto, nos encontramos con un parking, con una cafetería móvil, con la rasca que pegaba, el café nos sentó de perlas.

De Uig nos dirigimos hacia Dunvegan, para ver su castillo 

y ver las focas que hay en esa zona.

De ahí, nos fuimos a ver la destilería Talisker,

que está en Carbost, vale la pena pasarse a verla, solo con aparcar la moto en el parking, ya acabas mareadillo del olor a whisky que hay por la zona, después de visitar la tienda, con la compra por parte de algunos de los componentes de la expedición de un buen whisky de muchos años, se empieza a hacer tarde,

ponemos rumbo a Portree.

Llegamos pronto, en esa isla está todo muy cerca, nos duchamos, nos cambiamos, 

y nos vamos a ver el puerto 

y a intentar cenar en el Pub recomendado, 

después de reservar mesa, nos ponemos a cenar a las 20:30 h, el sitio está muy bien, la cena es muy buena,

unas cuantas birras y a dormir, que no hay mucho mas por esos lares.